martes, 23 de febrero de 2010

Que Dios me perdone

Las modelos pasan frío (y mi madre más)

De verdad que no sé si reír o llorar. En menudo país vivo. No es que me haya dado cuenta hoy (o ayer), no; es que me cuesta creer lo que oigo y lo que veo. La presidenta de la Comunidad de Madrid llamando hijo puta a no sé quién, el señor expresidente Aznar haciendo ese gesto de macarra metido en Gran Hermano, el señor Rodriguez Zapatero hablando de pacto de Estado (a buenas horas, José Luis), dos diputados de Parlamento de Galicia (uno del PP y la otra del PSdeG) cobrando kilómetrajes y dietas como si aquí sobrara el dinero, UGT y CC.OO manifestándose por las calles de las principales ciudades de Spain, etc, etc y resulta que a las tres menos diez de la tarde escucho a una chica-modelo decir que su trabajo es muy sufrido, que en la última sesión de fotos pasó mucho frío y que, a veces, la soledad es terrible. Pero vamos a ver, "triángulo de las verduras", en qué mundo vives. ¿Estás de pitorreo o el anuncio era para una marca de bebidas alcohólicas? Levántate un día a las cuatro de la mañana y vete a dar un vueltecita por el puerto de Coruña a ver cómo se descarga y vende el pescado; o embárcate un par de semanas para ir a faenar al Mar del Gran Sol; o pásate por cualquier polígono a las cinco de la mañana y verás lo terrible, y fría, que es la soledad. Señorita chica-modelo, no me acuerdo de su nombre, pero tardaré tiempo en olvidar la cara que puso mi madre cuando dijo usted eso del frío y de la soledad. Me gustaría que viese sus ojos... y su sonrisa. ¿Frío? ¿Soledad? No me joda, señorita; por muy guapa y atractiva que sea usted, no me joda, ¿eh? Con la que está cayendo.

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