Queridos (es un decir) Reyes (Vagos) de España:
He dejado pasar unos cuantos días antes de ponerme a teclear cuatro letritas. Como muy bien saben ustedes el pasado doce marzo este país amaneció conn la noticia del fallecimiento, a los 89 años de edad, de Don Miguel Delibes, posiblemente el mejor escritor que ha dado España desde los tiempos de Don Miguel de Cervantes Saavedra. Por circunstancias que desconozco ningún miembro de su numerosa familia asistió al sepelio de este hombre bueno, humilde y genial. Estuve pensando y pensando y dándole vueltas y más vueltas al asunto (más vueltas de las que el señor Fernando Alonso dio al circuito de Barheim y al que usted animó en persona, supongo que para desestresarse un poco no vaya a ser que le suba la tensión) y finalmente hallé la respuesta (de cajón, por cierto). El presupuesto, me dije. No pudieron ir al sepelio de Don Miguel Delibes porque este año les han congelado el presupuesto. ¡Vaya por Dios! Claro, como Valladolid no les queda muy a mano... y hay que administrar bien esos 8´9 millones de euros y la familia no para de aumentar... pues eso: un telegrama y adiós muy buenas, Don Miguel. A mí ya nunca me van a dar el Príncipe de Asturias de la letras (Delibes lo había ganado, ¿se acuerda, Majestad?) pero si me lo dieran se lo pueden meter en... cualquier armario de los que hay en su palacio. Sinceramente: ¿Ustedes creen que una persona como Miguel Delibes no merecía un esfuerzo? ¿Tan mal está la Casa Real, Juan Carlos? ¿Cómo no obligó a ir, doña Sofía, buena mujer, a su querido rey al funeral de don Miguel? ¿Para qué están ustedes? ¿Para qué? Por lo menos para figurar vladrán... o ni para eso. miren, conozco un espantapájaros en mi aldea que cuando se muere un mirlo, un cuervo, un erizo o cualquier otro animal, llora y reza y hasta levanta la cabeza. ¿Y tú Felipe? A ver, príncipe: ¿A qué andabas tú? ¿De qué te han valido todos esos años de estudio y exámenes? ¿De qué? Con todo el capital (humano y económico) que hemos invertido en ti... qué decepción, chico, y a tu edad... qué pena; porque de tu hermana Elena y de la otra, ¿cómo se llama? qué memoria la mía... esa que vive tan lejos, la que se casó con el Urdangarín, bueno es igual... de ellas no esperaba gran cosa... pero hasta ni Leticia(nada ni como experiodista) no dio señales de vida. Son ustedes una panda de cuidado, de verdad se lo digo. Verguenza tenía que darles. Menos mal que don Miguel Delibes ya sabía de estas cosas y otras peores y supongo que, tal y como era, no se habrá molestado; yo sí, porque me parece una falta de respeto, de tacto, de educación... deberían haberlo pensado un poco, sólo un poquito. No vale con ese comunicado(a mí no, desde luego) que enviaron donde se dice que Delibes "era un escritor descomunal, con cuya muerte se pierde un mundo entero de cosas”. Vaya cara dura que tienen señores Reyes de este país de la Maravillas... porque si lo escribieron ustedes han estado sembrados... y si se lo escribió el paisano que le redacta el discurso de todas las Nochebuenas... peor aún. En fin, Majestades, que han estado lentos de reflejos, ustedes, primero, y sus asesores, después. Cualquier persona con dos dedos de frente sabe que un rey no sólo debe de serlo sino también parecerlo. Ah! y lo del 23F tampoco me lo acabo de creer del todo. ¿Usted... un salvador? Ya, ya. Que no me vendan la moto, que no me vendan la moto que no la compro, hombre, que no. Mire señor rey don Juan Carlos, que le vaya bonito, a usted y asu familia, pero conmigo no cuenten, no cuenten para nada de nada, que bastante me sablean con tanto impuesto y tanta retención... y empleen bien ese dinerito que les da papá Estado, hágame ese favor; empléelo bien que nunca se sabe, Majestad.
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